Segunda parte. Continuamos enumerándote las dudas y preguntas más frecuentes sobre el pelo o cabello de los pequeñitos.
5. ¿Es posible acelerar el crecimiento?
Hay quien cree que se puede fomentar el crecimiento del pelo con vitaminas. No es verdad. En cambio, sí lo es que un estado carencial puede influir sobre el cabello, tanto a su cantidad como en su calidad y crecimiento. Esto quiere decir que el cabello se puede ver afectado por factores excepcionales. corro una inadecuada o insuficiente alimentación, o por una enfermedad crónica que impida la absorción de ciertos nutrientes o que provoque un desgaste excesivo.
6. ¿Le saldrá antes y más fuerte si lo pelo?
Tampoco es cierta esta creencia tan extendida. Como ya se dijo antes, la cantidad y la calidad del pelo están determinadas por los genes y nada de lo que hagamos influirá en su aspecto definitivo. Además, si lo pelamos, como el cabello crece tan lentamente, tendremos que esperar unos meses más para volver a peinarlo.
7. ¿Con qué cepillo lo peino?
Con uno suave de cerdas finas y blandas, especial para bebés, que no le moleste ni le dañe la piel. Como cualquier otro utensilio de higiene, conviene que sea de uso exclusivo del bebé.
8. ¿Debo lavárselo a diario?
Depende de cuánto se ensucie y de qué tipo de jabón se emplee. Si sólo usamos agua, podemos mojarlo tantas veces como queramos. En general, la cabecita de un recién nacido no necesita un lavado diario, basta con asearlo cada dos o tres días. Además, la mayoría de los bebés detestan que les laven la cabeza: hay que hacerlo con delicadeza y no forzarlos si lo pasan mal. También podemos limpigársela con una esponja húmeda.