El ombligo abultado es un fenómeno que presentan bastantes mujeres en el último trimestre del embarazo, normalmente, en torno del séptimo mes, aunque puede aparecer antes si los tejidos están muy fláccidos.
No hay motivo alguno para inquietarse, ya que se trata de un hecho absolutamente normal. A medida que avanza la gestación y el bebé crece, aumenta la presión del útero sobre las paredes abdominales, que se distienden cada vez más.
El ombligo, también se tensa y puede aplanarse o incluso darse vuelta, a veces asoma sólo un poco, otras: sobresale como si fuera un botón. Después del parto, al abdomen irá, poco a poco, recuperando su volumen anterior al parto y el ombligo volverá a su sitio. Al final de la gestación, la piel de la panza se estira tanto que el ombligo puede sobresalir.