El ombligo del recién nacido

Tras el parto y, pasadas algunas horas, el trozo de cordón umbilical que queda después de cortarse comienza, poco a poco a oscurecerse y a secarse.

En general, se cae por sí solo entre el octavo y décimo día de vida, constituyendo el ombligo.

Nota: en casos excepcionales, a algunos niños se les cae el ombligo al tercer día de vida; pero esto no significa que se le «haya arrancado», tenga algún tipo de malformación o enfermedad.

La cicatrización de la herida que queda, suele producirse entre 3 y 5 días después de su caída; salvo que aparezcan complicaciones.

Pero, ese trozo de cordón umbilical que permanece unido al ombligo, puede convertirse en un terrible foco de infección para el bebé; es por esto, por lo que tiene gran importancia dedicarle el tiempo necesario y prodigarle todo tipo de cuidados y limpieza.

En los hospitales, serán las enfermeras o los pediatras los encargados de informar a los padres acerca de cómo proceder a limpiar el ombligo y qué productos son los más adecuados para ello.

Del cordón umbilical al ombligo

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