Es muy importante comenzar apuntando que, la duración del parto no es igual en una mujer que tiene por primera vez a su hijo que cuando ya ha tenido otros.
El período de dilatación suele durar entre 6 y 10 horas en las primíparas y, entre 3 y 5 horas en las mujeres que ya han tenido hijos.
El período expulsivo, denominado así al alumbramiento o al nacimiento propiamente dicho, tiene una duración media de 40 minutos en el primer parto y de 20 minutos en los siguientes. El alumbramiento comienza después del nacimiento del bebé y termina entre 5 y 30 minutos después, con la expulsión de la placenta.
En términos generales, las contracciones que se soportan peor son las del final del período de dilatación. Las del expulsivo, aunque son dolorosas, se sobrellevan bastante mejor porque la mujer tiene sensación de pujo; además, siente que está colaborando de forma activa en el nacimiento de su pequeñín.
Es poco frecuente que una mujer se quede agotada tras el parto, salvo que haya llegado muy cansada a la maternidad por no haber dormido o por otra causa.
Nota: si la futura mamá se mostrase muy debilitada y cansada, se le puede administrar anestesia y poner suero.
No debemos de olvidar que el parto es más llevadero para aquellas madres que han asistido con anterioridad a las sesiones de educación maternal. Aprenden y tienen conocimiento de este proceso; saben cómo relajarse durante las temidas contracciones; y, han practicado la técnica para empujar durante el expulsivo.
Por último, recalcar la importancia de tener la información suficiente para eliminar el miedo a lo desconocido.