La colocación del bebé en el útero es variable en los dos primeros trimestres del embarazo. La presentación de nalgas, frecuente hasta la semana 32a semana 34a., cambia a presentación de cabeza en el 96 por ciento de los casos, porque ésta es más pesada que el resto del cuerpo del bebé y lo hace bascular hacia abajo. En el otro 4%, el bebé vendrás de nalgas.
Entre las causas que conocemos debemos citar:
- Partos prematuros, probablemente debido a que el bebé no ha tenido tiempo de darse la vuelta.
- Las malformaciones uterinas, por ejemplo, útero doble, o la existencia de miomas uterinos, que impiden que el bebé se coloque bien.
- Los bebés muy grandes, porque tienen poco espacio para moverse.
- Embarazos gemelares, donde uno o ambos fetos se colocan de nalgas.
- La existencia de placenta previa.
- El parto de nalgas puede ser un parto como los demás si se cumplen ciertos requisitos: que la pelvis de la madre sea amplia y esté bien formada, que la cabeza del bebé esté bien flexionada o que no existan otras situaciones obstétricas adversas.
- Por último, comentar que no es necesario hacer siempre una cesárea, aunque el índice de éstas se dispara en los partos de nalgas.