– PAÑAL MOJADO
Los pañales mojados son la causa más frecuente de que el sueño del bebé se vea perturbado. Es importante asegurarte de que están sequitos antes de acostarles y cambiarles enseguida para que no se despierten.
– LOS DIENTES
El dolor y las molestias que provoca la dentición también pueden perturbar el sueño del bebé. Por lo general, el primer diente suele aparecer a partir de los seis meses. Para aliviar sus molestias puedes darle un mordedor, es decir, una pieza de plástico blando que se enfría en la nevera, y que al morderlo les calma. También puedes utilizar algún analgésico que te recomiende el pediatra o un gel frío de dentición que se adhiere a las encías provocando un alivio inmediato. Consúltalo también con el pediatra.
– LOS CÓLICOS
Los cólicos y flatulencias generalmente aparece en después de alimentarse, impidiéndole conciliar el sueño. También es aconsejable hacer eructar al bebé, colocándole con la barriga sobre tu hombre y dándole unas palmaditas suaves en la espalda. Los bebés han de eructar para quedarse bien tranquilos.
– ¿ESTARÁ ENFERMO?
Un bebé enfermo no podrá conciliar el sueño ya que, como los adultos, no se siente bien. Como tu bebé no podrá decirte que está enfermo debes estar alerta a otros síntomas como vómitos, diarrea, erupciones en la piel, fiebre…A veces los síntomas no son visibles, como en el caso de la otitis, donde tal vez el bebé se calme cuando lo levantes, ya que al estar en posición vertical el dolor disminuye. En todos los casos debes consultar al médico.
– ¿TIENE HAMBRE?
Los bebés más pequeños necesitan alimentarse con frecuencia y el hambre es otra de las causas que pueden despertarles. En estos casos es fácil de averiguar, pues si te lo pones al pecho o le ofreces el biberón enseguida notarás si lo que necesita era alimento. A veces, sin embargo, puede ocurrir que simplemente te utilice como chupete, y succione un par de veces y se quede dormido. Debes evitar que se repita esta situación pues si se acostumbra, será difícil disuadirle