El tétanos es una enfermedad mortal causada por bacterias que viven en la materia muerta y en descomposición del suelo, el estiércol y los excrementos de animales. Generalmente comienza con la contaminación de una herida abierta.
Cuando las bacterias se introducen en una herida abierta comienzan a trabajar como una neurotoxina (veneno), afectando al sistema nervioso central y causando espasmos musculares dolorosos e incontrolables. «Cualquier persona puede contraer el tétanos si no está vacunado; sin embargo, recién nacidos y mujeres que se encuentran en áreas rurales aisladas sin acceso al cuidado prenatal o a la inmunización, suelen ser los más vulnerables», señala el Dr. Arena.
El tétanos neonatal aparece cuando los recién nacidos se infectan como resultado directo de prácticas poco higiénicas en el momento del parto. Por ejemplo, cortar el cordón umbilical con instrumentos sin esterilizar, tocarlo con las manos sucias o curarlo con vendajes contaminados y sustancias tradicionales como ghee (estiercol de vaca), cenizas y barro.
No obstante, las madres también pueden infectarse de tétanos durante un parto de carácter inseguro o antihigiénico.