La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), a petición de la Comisión Europea, está comprobando si determinados colorantes empleados en algunos alimentos, como golosinas, provocan hiperactividad en los niños.
Esta petición ha salido a la luz tras conocerse un informe de la Agencia Alimentaria del Reino Unido (FSA), que establece una relación bastante estrecha entre el consumo de algunos colorantes con un incremento de la hiperactividad.
Así mismo, algunos investigadores británicos, opinan que el consumo de algunos componentes artificiales, empleados para potenciar el color o el sabor de algunos alimentos, junto con el benzoato sódico, puede ser la causa de un comportamiento algo irregular en los pequeños.
En el momento que la Autoridad Europea de Seguridad alimentaria dicte su veredicto, Bruselas decidirá si adopta medidas o no.
Por otra parte, la EFSA, está llevando a cabo una extensa reevaluación de todos los aditivos autorizados para, así, garantizar que la declaración de seguridad emitida en su momento sigue siendo correcta tras conocerse los últimos datos científicos.