Para todos los niños, jugar es una necesidad vital. En este sentido, el juego infantil es casi un trabajo, pero un trabajo lleno de placer. A esta edad, entre los doce y los veinticuatro meses, el niño disfruta sobre todo por el hecho de conseguir algo, de tener poder sobre los objetos.
Apilar un cubo sobre otro, encajar una figura en su hueco correspondiente, hacer andar un perrito tirando una cuerda…todo ello es una hazaña para él. Otro placer muy grande le causan las repeticiones. Es la alegría de hacer lo mismo cada vez mejor.
Manejar objetos: Cualquier objeto a su alcance le sirve para manipularlo, pasarlo de una mano a la otra, tirarlo y volver a agarrarlo. Al comprarlos, debemos fijarnos que no se rompan fácilmente. También hay que cuidar de que sean grandes, dado que sus pequeños dedos son todavía demasiado torpes. Y naturalmente, han de ser seguros, sin aristas , sin piezas que se pueda soltar.
¿Y cuáles son los juguetes que necesita a esta edad?
• De encajar: como las cajas troqueladas con formas de triángulos, cuadrados etc. en las que el niño podrá introducir piezas que tengan la misma forma que los agujeros. Así, aprende también a reconocer las formas geométricas.
• De apilar y construir: para esta edad, bastan sencillos bloques de plástico ó de madera de igual ó distinto tamaño. Con ellos podrá divertirse apilándolos, ejercitando así su destreza.
• Para hacer ruido: una campanita ó un objeto musical llamarán fuertemente su atención.
• Pelotas de todos los tamaños: las tirará y correrá detrás de ellas, pero también le sirven para que aprenda a comparar objetos similares y a la vez diferentes. Pueden ser de tela, de plástico ó de goma, pero siempre que sean blandas.
• De empuje y arrastre: con un animalito con ruedas y una cuerda para tirar de él, ó un práctico vehículo para empujar, el pequeño se sentirá más seguro y acompañado en sus primeras correrías. Alternando juegos y juguetes con otros de pura imaginación, nuestro hijo se volverá cada vez más despierto y habilidoso. Poco a poco se irá adentrando, en el complejo mundo de los adultos.