La obesidad un problema en la planificación familiar

A la hora de realizar una planificación familiar, nuestro estado de salud puede condicionar todo el proceso. Son muchas las familias que en el Día de la Madre comienzan a plantearse la maternidad y la paternidad en un futuro cercano, aunque una parte de la población encuentra dificultades para concebir, siendo uno de los principales problemas la obesidad.

En España, la obesidad es una enfermedad crónica que afecta a más del 20% de la población adulta en España, siendo más prevalente en hombres (21,6%) que en mujeres (18,2%). Además, está asociada a múltiples complicaciones de salud, incluidos la infertilidad, tanto masculina como femenina, entre otros.

Estudios recientes indican que la obesidad puede incrementar significativamente el riesgo de infertilidad. De hecho, una revisión sistemática reciente sugiere que la obesidad en la adolescencia puede llegar a duplicar la probabilidad de infertilidad en la vida adulta, tanto en hombres como en mujeres. Las mujeres con obesidad tienen una menor probabilidad de lograr una gestación de forma espontánea, ya que esta condición puede provocar alteraciones hormonales que afectan la ovulación1,2. Se estima que por cada punto de incremento en el IMC por encima de 29 kg/m2, se reduce la probabilidad de embarazo espontáneo en un 5%, en mujeres con ciclos ovulatorios.

La obesidad es un enemigo silencioso que puede mermar seriamente las posibilidades de concebir. Además de sus efectos bien conocidos sobre el metabolismo, la obesidad provoca alteraciones hormonales y reduce la calidad ovárica y endometrial, afectando directamente la fertilidad. Adoptar hábitos de vida saludables, alcanzar un peso adecuado y actuar de manera temprana son pasos fundamentales para quienes desean formar una familia en el futuro”, explica la Dra. Mara Cerqueiro.

La obesidad masculina también es un factor de infertilidad

Aunque tradicionalmente la atención se ha centrado en la salud reproductiva femenina, cada vez existe mayor evidencia científica de que el sobrepeso y la obesidad en los hombres afectan la calidad del esperma, disminuyen los niveles de testosterona y aumentan el riesgo de disfunción eréctil. «El exceso de tejido adiposo altera el equilibrio hormonal masculino, reduciendo la producción de espermatozoides y su movilidad. Esto puede dificultar no solo la concepción natural, sino también el éxito de tratamientos de fertilidad«, señala la Dra. Mara Cerqueiro.

Además, los hombres con obesidad presentan un mayor riesgo de alteraciones genéticas en el ADN espermático, lo que puede afectar la viabilidad del embrión y aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo. «La fertilidad es cosa de dos. Cuidar el peso y la salud metabólica no es solo una cuestión femenina: también es fundamental para los hombres que sueñan con ser padres. El primer paso hacia una paternidad saludable comienza mucho antes de la concepción«, concluye la especialista de Yazen.

Un factor determinante en las técnicas de reproducción asistida

Además, la obesidad también disminuye la efectividad de las técnicas de reproducción asistida. Diversos estudios han demostrado que las mujeres con obesidad requieren mayores dosis de medicación hormonal para la estimulación ovárica, tienen más días de tratamiento, presentan una menor tasa de ovocitos recuperados y una menor calidad embrionaria. Según datos recogidos en el documento de consenso, la tasa de recién nacidos vivos en mujeres con obesidad puede ser hasta un 10% menor en comparación con mujeres de peso normal -31,4% frente al 21,2%, respectivamente-. «La obesidad no solo dificulta la concepción natural, sino que también reduce considerablemente las probabilidades de éxito de la reproducción asistida«, recuerda la Dra. Mara Cerqueiro.

Recomendaciones para mejorar la fertilidad: claves de la Dra. Mara Cerqueiro

La Dra. Mara Cerqueiro subraya que mejorar la tasa de fertilidad pasa, en muchos casos, por adoptar cambios en el estilo de vida que favorezcan un peso corporal saludable y un equilibrio metabólico óptimo antes de buscar el embarazo. Entre las principales recomendaciones destacan:

  • Realizar una valoración médica previa: consultar con el especialista para identificar factores de riesgo como el sobrepeso, la obesidad o alteraciones metabólicas que puedan afectar la fertilidad.
  • Adoptar una alimentación equilibrada y sostenible en el tiempo: priorizar frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables y limitar azúcares añadidos y ultraprocesados.
  • Mantener una rutina de actividad física regular: realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, adaptado a cada condición física.
  • Controlar el estrés y mejorar el descanso: el bienestar emocional influye también en la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres.
  • Actuar temprano: si existe obesidad o sobrepeso, comenzar lo antes posible un programa de pérdida de peso, ya que incluso una reducción del 5-10% del peso corporal puede mejorar la ovulación, la calidad seminal y aumentar las tasas de embarazo espontáneo.
  • Evitar automedicarse o retrasar la búsqueda de ayuda: en caso de dificultades para concebir tras 6-12 meses, consultar con un especialista en fertilidad para abordar precozmente posibles tratamientos.

«Un peso adecuado y optimizar la salud metabólica no solo facilita el embarazo, sino que además mejora las probabilidades de una gestación saludable y un bebé sano. La prevención y la preparación consciente son nuestras mejores aliadas», concluye la Dra. Mara Cerqueiro. Y es que, más allá de la fertilidad, mantener un peso saludable también resulta clave para el buen desarrollo del embarazo y la salud del recién nacido. La obesidad materna (IMC ≥ 30) se asocia a un mayor riesgo de complicaciones como la diabetes gestacional, la preeclampsia o la necesidad de parto por cesárea[7]. En el caso del bebé, pueden aparecer problemas como macrosomía fetal —peso al nacer superior a los 4.000 gramos— o hipoglucemia neonatal.

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