Después del nacimiento de tu hijo, uno de los momentos más esperados, será sin duda verle sonreír.
De hecho tu bebé sonríe desde los últimos meses del embarazo, cuando aún estaba dentro de ti. A partir de ahora, verás cómo este gesto empieza siendo un acto reflejo y cómo poco a poco tu hijo aprende a manejar la sonrisa para divertirse y también para conseguir lo que quiere.
La sonrisa de los niños pequeños pasa por diferentes etapas:
- La sonrisa del bebé refleja y espontánea: La primera sonrisa del bebé se produce desde los últimos meses de la gestación y hasta el primer mes de vida. Es un acto reflejo y responde a situaciones internas, como la satisfacción después de comer o a la actividad del sistema nervioso central. Por eso, con frecuencia aparece durante la fase de sueño REM.
- La sonrisa del bebé social o activa: La risa del bebé se retroalimenta. Cuando tu hijo sonríe, vosotros también lo hacéis, lo que le induce sonreír más produciéndose situaciones de lo más divertidas.
La sonrisa social aparece hacia el final del primer mes de vida, cuando el pequeño empieza a manifestar respuestas a estímulos externos que le llaman la atención, como objetos brillantes y en movimiento. - La sonrisa del niño diferencial: Esta tercera etapa de la sonrisa del bebé se extiende entre los cuatro y los ocho meses. En este momento tu bebé ya sonríe de modo abierto y aparece la risa infantil, sobre todo, cuando le estimulas, por ejemplo, con cosquillas.
Ésta se denomina sonrisa diferencial, porque el pequeño ya reconoce rostros y empieza a decidir ante cuáles sonreír y ante cuáles no. A veces permanecerá indiferente y, en otros casos, hasta puede que llore. Los descubrimientos placenteros del bebé, que le motivan a repetirlos, no se relacionan con su propio cuerpo sino con el entorno físico y social, como juguetes y otros objetos.
Por otro lado, en este periodo el niño comienza a reconocer el significado de las sonrisas y demás expresiones de las otras personas. - La risa del niño con intención: Desde los ocho meses y hasta que cumplen un año de edad, los niños desarrollan la sonrisa intencional. Se llama así porque el pequeño ya es capaz de utilizar la sonrisa para lograr metas y objetivos. Tu hijo empezará a llamar la atención, o se reirá para provocar y ver cómo reaccionan los demás.
- La sonrisa del niño empática: A partir del primer año de vida la sonrisa es consciente y empática. Con ella tu hijo te indicará que está contento y se siente a gusto. También será capaz de reconocer esas sensaciones en los demás. Desde luego, conviene estimular las sonrisas en todas las etapas del desarrollo. La experiencia ha demostrado que la risa y la sonrisa nos hacen bien, tanto las propias como las de quienes nos rodean. E incluso hay estudios que sugieren que las personas que más sonríen son más atractivas, más competentes a nivel profesional y tienen una mayor expectativa de vida. Así que a reírse todo el mundo.