Las barreras para las puertas o pasillos son muy recomendables en las casas con escaleras. Tambien, resultarán muy útiles a la entrada de aquellas habitaciones en las que el niño pueda entrar y coger elementos u objetos que puedan entrañar peligro para él. Por ejemplo, la cocina.
Los mecanismos de apertura de estos complementos son difíciles de manejar por las manos del pequeño, sobre todo, hasta los dos años de edad. Pueden fijarse de forma permanente a la pared o mediante un sistema para quitar y poner rápidamente donde así se requiera.
Debido a que se trata de un elemento destinado a proteger la seguridad y bienestar del niño, se deberán adoptar una serie de precauciones a la hora de elegir y utilizar dicho complemento:
1. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), recomienda medir el lugar dónde se va a instalar. Para adquirir la que mejor se adapte a nuestras necesidades, no dejando huecos por donde el niño pueda «colarse».
2. Tenemos que inspeccionar la barrera para asegurarnos de que no contiene piezas de pequeño tamaño que se puedan desprender. Su altura será inferior a 65 cm. y no tendrán bordes cortantes.
3. Se revisará escrupulosamente el mecanismo de apertura y cierre. Éste, deberá de presentar gran dureza, no abriéndose con demasiada facilidad. Así mismo, no tendrá partes sobresalientes en las que pueda atarse una cuerda.
4. Una vez instalada, nos fijaremos en que sigue acoplada de forma correcta.
5. La deberemos de mantener siempre cerrada, procurando no saltarla nunca. Así, no daremos ideas a nuestro pequeño.
6. Se procurará no colgar ningún elemento de la barrera, alejando de su alcance todo aquello con lo que pueda trepar.