A la mayoría de los lactantes les salen sus primeros dientes entre los seis y los ocho meses de edad. Debido a la molestia y a la hinchazón, el bebé puede experimentar un aumento del babeado, alteración del sueño, y se notará más inquieto. Para ayudar a calmar el dolor que provocan los dientes al salir, se le puede dar al niño los llamados “anillos de dentición”. Existen unos anillos de plástico suave o llenos de líquido que pueden ser congelados para mayor comodidad. Incluso mordisquear una toallita húmeda proporciona alivio. El pediatra mandará un analgésico y antipirético en el caso que provoquen dolor y febrícula.
Una vez que los dientes del niño hayan roto la superficie, deberá limpiar las encías después de la alimentación con una toallita cálida y húmeda. Una poco de agua después de una comida también ayuda a prevenir enfermedades dentales. Contrariamente a lo que muchos papás piensan, el retraso en la aparición de los dientes no se debe a una carencia de calcio. De hecho, el niño ya obtiene la cantidad necesaria de este mineral mediante la ingesta de leche y de derivados lácteos, alimentos, en general, muy abundantes en la dieta de los primeros años de vida. Por esta razón, si la alimentación del niño es correcta, no sirve de nada administrar complementos de calcio, con el fin de estimular la erupción de los dientes. Únicamente, en el caso de que a los 18 meses aún no hubiese ningún síntoma de aviso de una próxima erupción dentaria, sería interesante hacer alguna investigación para descubrir si existe algún tipo de anomalía.
En la mayoría de los bebés, el orden de aparición de los dientes de leche se adapta a la evolución de su alimentación. Los primeros en salir son los incisivos, ideales para masticar verduras y alimentos blandos. Seguidamente, apuntan los molares y caninos, adaptados a la carne. He aquí el orden de aparición:
• 6-8 meses: incisivos centrales inferiores
• 7-10 meses: incisivos centrales superiores
• 8-10 meses: incisivos laterales superiores
• 10-14 meses: incisivos laterales inferiores
• 14-20 meses: molares más internos, superiores e inferiores
• 16-24 meses: caninos, inferiores y superiores
• 24-30 meses: molares externos, superiores e inferiores.
Imagen: vida bebe