Consideremos que dar el pecho a tu bebé, no exige de unos cuidados especiales para la reciente mamá, sin embargo, tienes que tener en cuenta que, toda atención que prestes a tu cuerpo, tendrá unos beneficios sobre tu pequeño.
Así pues, sigue estas pautas para mantenerte sana:
– Dedicaté una ducha diaria: conviene que no te laves los pezones ni antes ni después de dar el pecho, ya que podrías irritar esta zona y eliminar sus defensas naturales. Bastará con que seques los restos de saliva del propio bebé.
– Come equilibradamente y bebe líquidos en abundancia: intenta llevar una dieta saludable que incluya carne, pescado, huevos, frutas, verduras, pasta, cereales, legumbres y alimentos ricos en calcio.
– Guarda tiempo para el reposo: descansa mientras lo haga el bebé; sólo así podrás recuperar el sueño y el cansancio acumulados.
– Haz ejercicio: la actividad física regular te va a ayudar a recuperar energía y a evitar las molestias que originan las posturas forzadas que pudieras tener durante el período de amamantamiento.
– No intentes abarcar todo: pide ayuda a tu compañero o pareja, familiares, amigos,… siempre que lo necesites.
– Reserva un poco de tiempo para mimarte: podrás leer, pasear, escuchar música,… Te ayudará a eliminar la tensión acumulada.
– Cuida tu imagen: si te ves bien, te sentirás mejor. Evita ponerte la misma ropa que llevabas justo antes de quedarte embarazada; marcaté unos objetivos realistas e intenta cumplirlos.
– Charla con otras madres: te ayudará conocer otras experiencias sobre la etapa de lactancia. Los grupos de apoyo a este hecho, te serán de gran ayuda.