Continuamos hablando sobre las diferentes manchas de nacimiento.
Derribando mitos: Manchas rojizas, color café, rosadas como el salmón, muchos bebes vienen al mundo con alguna manchita. Pero ahora lo sabés: nada tiene que ver con un antojo insatisfecho.Por otro lado, son absolutamente benignas y en la mayoría de los casos se van solas con el tiempo. Y cuando no, es posible recurrir a soluciones estéticas para eliminarlas. Entonces, no hay por qué alarmarse. Y si tienes dudas u observas algún signo que te preocupa lo mejor es que consultes a un dermatólogo infantil. Nadie mejor que un especialista para establecer un diagnóstico correcto y responder todas tus interrogantes.
MANCHAS MONGÓLICAS
De color azulado o gris pizarra, las manchas mongólicas son sumamente comunes, en particular en los niños de tez oscura. Suelen aparecer con mayor frecuencia en la región lumbosacra (cerca del “huesito dulce”, pero pueden localizarse en cualquier sitio de la espalda, en los hombros e incluso en la cara, aunque es bastante raro. Se trata de un lunar, o nevo, dérmino, que obedece a un exceso de pigmentación que se concentra, precisamente, en la dermis (de ahí su nombre científico: nevo melanocítoco dérmico). Si tu chiquito nació con este tipo de manchas, no te angusties, porque son completamente benignas y desaparecerán a los tres o cuatro años de edad.
MANCHAS “CAFÉ CON LECHE”
Relativamente comunes, las manchas “café con leche” pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo. Si tu chiquito tiene una, dos o tres, no te preocupes: se deben a una mayor concentración de melanina. Pero si dentro de un año de vida notas que aparecen más, o que el diámetro de la manchas es superior a un centímetro, es conveniente que consultes con un especialista.
NEVOS PIGMENTADOS
Se trata, ni más ni menos, que de los lunares comunes, que se forman por un exceso de pigmentación en determinada zona. Cuando son pequeños, no hay motivo para preocuparse, porque es muy raro que se compliquen. Y en cuanto al aspecto estético, tampoco desesperes: si bien no se van con el tiempo, hay recursos para eliminarlos cuando tu hijo crezca.
NEVOS HIPOPIGMENTADOS
Si creías que los lunares solo eran oscuros, te equivocaste. Exiten también los que se conocen como “nevos hipocrómicos” o “hipopigmentados”, que son completamente blancos, porque carecen de pigmentación. A veces, están presentes desde el nacimiento y en cualquier parte del cuerpo. Otras, aparecen a lo largo del primer año de vida. Pero en ambos casos aumentan de tamaño a medida que el chiquito crece, y no desaparecen. De todos modos, no tienen por qué alarmar, debido a que son benignos.