La alimentación es uno de los aspecto que más preocupan a los padres, buscando siempre que coman lo más saludable posible, aunque no siempre es tarea sencilla. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, casi un 20% de niños y adolescentes de entre 5 y 18 años sufren obesidad en todo el mundo, unos 124 millones. La pregunta es, ¿lo estamos haciendo bien? Según un estudio reciente, más de un tercio de los niños españoles no se alimentan correctamente. De todos ellos, un 53% no toma ni una sola pieza de fruta, un 46% recurre a la comida rápida más de una vez a la semana y un 78% ingiere algún tipo de bollo industrial.
Si al tema de la alimentación le sumamos que el 60% no practica mucho deporte, es normal que exista esa cantidad de obesidad que tanto preocupan a los expertos. Para que esto no ocurra, desde Nutritienda ha elaborado una series de pautas para que nuestros hijos cojan buenos hábitos.
Predicar con el ejemplo
No podemos pretender que nuestro hijo coma algo que nosotros no hacemos. Debemos dar ejemplo, de esta forma será más fácil que él también coma de todo. Tratar de comer lo más sano y variado posible. Además, antes de darle un alimento nuevo a probar que vea que ¡mamá y papá también lo comen!
Un alimento nuevo por vez
Cuando son más pequeños, nunca hay que ofrecerles más de un alimento nuevo en la misma comida, ya que si ve más de un alimento que nunca ha probado seguramente opte por rechazarlos todos. Además, hay que elegir el momento oportuno: si se va a ofrecer un alimento nuevo, que sea al comienzo de la comida.
Recompensas
No es buena idea asociar la comida a recompensas, y menos si es en forma de dulce o chuchería. ¡Se acabó el: “si no te terminas el plato no hay postre”!
No hay que obligarles a comer
Nunca hay que obligar a un niño a comer, esto lo único que puede hacer es que le coja más manía a la comida. No se le puede castigar por no comer, hay que intentar presentar los alimentos de forma atractiva y divertida mezclando colores, formas y texturas. Es más, si les cuesta comer verduras, se puede jugar con la presentación de los platos: caritas sonrientes, animales o formas divertidas. ¡Preparad juntos la comida para que sea más divertido! Así despertarás su interés por los distintos productos y alimentos y adquirirá más responsabilidades.
Establecer horarios fijos de comida
Los niños necesitan horarios y rutinas. Al cabo de unas semanas se acostumbrarán y sentirán hambre en horarios fijos, lo ideal es un mínimo de cinco comidas, ¡que no se salten nunca las meriendas ni la media mañana!
Huir de la comida rápida
La comida rápida se caracteriza por ser rica en grasas y azúcares que pueden ser un problema para nuestra salud. Debemos esforzarnos para eliminarlas de nuestra dieta, o al menos consumirla el menor número de veces posible. Hamburguesas, pizzas, perritos calientes o sándwiches pueden suponer problemas para nuestra salud.
Alimentación variada
Todos los niños, y los no tan niños dando ejemplo, deberían comer de forma variada y equilibrada. Es decir, tomar fruta, verdura, cereales integrales, legumbres, carne y pescado. Todo ello acompañado, preferiblemente, de agua o zumos naturales hechos en casa. Es mejor evitar los refrescos o los zumos excesivamente azucarados, también los productos procesados (pre-cocinados, embutidos o salchichas) que, aunque pueden resultar tentadores y un recurso fácil para los padres a la hora de preparar una comida o una cena, deberían eliminarse del día a día por mucho que gusten a los hijos pues no aportan los nutrientes necesarios.
Y lo más importante, no hay que abusar del azúcar, chocolate, chucherías, fritos, bollos industriales y en general de la llamada “comida basura” por mucho que los peques insistan. Hay que recordar que quererles, a veces, es decirles ¡No!
Si no hay, no se da
Los primeros que tienen que ser conscientes son los padres y si en una casa no hay golosinas, dulces o chocolates, no se pueden dar. Está claro que a los niños les encanta lo dulce, pero si se acostumbran desde pequeños a que la fruta es el dulce que hay en casa, les irá mucho mejor. ¡Y a los padres también! Y si a esto le sumamos que la cantidad de frutas y verduras recomendadas es cinco, ¿se te ocurre una opción mejor para el postre?
Evita que vean televisión, móviles y tablets mientras comen
La televisión, los móviles o las tablets harán más mal que bien, ya que si se entretienen con lo que ven, difícilmente comerán.
Fomenta las actividades deportivas todos los días
Los especialistas de Nutritienda.com recomiendan que los niños disfruten de unos 60 minutos diarios de actividad física, aunque se puede dividir en periodos cortos y ser igual de productiva, esto les permitirá liberar toda su energía y mantener un estilo de vida activo. Además, para los niños, hacer ejercicio significa jugar, bailar, un partido de fútbol, montar en bici, jugar al escondite, es decir, estar activos físicamente a la vez que se divierten.