¿Te parece mal que tu hijo te diga que está aburrido? Aunque cueste de creer, los psicólogos afirman que el aburrimiento puede resultar beneficioso para el niño por diversos motivos. Según el libro ¡Ya soy mayor!, de ediciones CEAC, el aburrimiento es bueno ya que:
- Fomenta la independencia de tu hijo. El aburrimiento es un estímulo para solucionar sus problemas y motivarse.
- Aumenta la receptividad. La mente de tu pequeño estará más despierta y abierta.
- Enseña a soportar mejor cierta soledad. Le obliga a enfrentarse a sí mismo.
- Ayuda a tu hijo a conocerse mejor. Le hace pensar qué cosas le motivan.
- Potencia el ingenio y la imaginación. El aburrimiento le obliga a bucear en su universo interior para decidir cómo quiere emplear su tiempo.