Mitos más frecuentes a desterrar sobre la lactancia
—Hay leches que alimentan poco: Cuando un bebé no engorda hay que buscar otros motivos. Aunque pueden darse más casos, generalmente, el problema está en que el recién nacido no mama lo suficiente o que lo hace en mala posición y por mucho que succione no consigue extraer la leche que necesita.
–Algunos pechos no dan leche: Todos los pechos sirven. El tamaño del busto no modifica la fisiología del pecho. Una cosa es el volumen del pecho y otra muy distinta el de la glándula mamaria de la que depende la producción de leche. Lo importante es el interior, no el exterior.
–La alimentación de la madre influye en la cantidad de leche: Existen estudios sobre madres con problemas de mala nutrición que lo desmienten. Otra cosa es que una buena dieta influya en el estado de salud y actitud vital de la madre. El secreto para incrementar la cantidad de leche que le ofreces a tu bebé es uno: ofrecérselo más a menudo.
–La edad es un obstáculo para amamantar: Los pechos de una mujer están biológicamente preparados para producir leche, independientemente de si es joven o no. ¡Hay mujeres que han dado el pecho a su hijo adoptado!