Muchos son los momentos mágicos, inolvidables o como los quieran llamar que hace que las mamás se derritan de alegría y satisfacción. Hablamos de algunos de ellos como:
– Su primera sonrisa: Suele aparecer entre las cuatro y las siete semanas. Es un signo muy importante del proceso de socialización de tu hijo y también un momento de especial regocijo para cualquier madre o padre
– Su primer balbuceo: Oirás sus primeros «gugus» o «ajos» cuando tenga entre ocho y doce semanas. ¡Desearás poder meter ese agradable ruidito en un frasco para la posteridad!
– Comenzar a gatear: Este no es un hito generalizado. Algunos bebés empiezan a gatear ya con cinco meses, otros lo hacen a tirones, algunos gatean hacia atrás o de lado, mientras que otros simplemente se arrastran impulsándose con el trasero. Comoquiera que sean, sus primeros intentos de desplazarse serán el punto de partida de una nueva aventura: ¡tanto para él como para ti!
– Comenzar a decir adiós con la mano: ¿Hay algo más dulce que ese gesto de tu bebé, al darte las buenas noches agitando su manita cuando lo acuestas? Los niños suelen aprender a decir adiós con la mano -y también a aplaudir- entre los nueve y los doce meses.
– Lograr dormir de un tirón por la noche (No lo podrás creer): Tal vez lo consiga a las dos semanas, pero quizá tarde dos años. Para ti, esa primera noche de sueño sin interrupciones nunca llegará demasiado pronto.
– Te quiero, mami, papi: Al comienzo, no lo dirá muy claro, pero igual lo entenderás. En función del ritmo de desarrollo de su capacidad lingüística, puede que tu hijo intente pronunciar esas mágicas palabras con un añito, o que tengas que esperar a que haya cumplido los dos. En cualquier caso, estamos seguros dé que jamás olvidarás ese maravilloso momento.