Esta es una postura que muchas mujeres (o parejas) suelen adoptar y es totalmente respetable, más aun cuando no les importa que su hijo sea nena o varón. Pero puesto que al realizar la ecografía, el médico suele comunicarlo a la embarazada en forma espontánea, se deberá avisar la decisión antes. Aclarar que no se sienten deseos de saber si será nena o varón y que se prefiere disfrutar la sorpresa el día del nacimiento.
Ventajas de saberlo
• Ayuda a prepararse mentalmente para la maternidad.
• Los futuros padres pueden darle un nombre al bebé y dirigirse a él de una manera más directa.
• Permite pensar cómo decorar la habitación y preparar el ajuar con tiempo.
Inconvenientes
• En contadas ocasiones las ecografías fallan (la criatura puede estar en una posición que induce a equivocaciones).
•«Yo quería una nena». La noticia de que el bebé no es del sexo deseado podría entristecer unos días a los padres, aunque después, todos aman a sus hijos cualquiera sea su sexo.
• Cuando la incógnita se revela en el momento del parto, la emoción de dar a luz los hace olvidar todo lo demás.
• En algunas ocasiones, tenemos todo preparado, hicimos una serie de gastos y hay que cambiarlo todo, y volver a gastar.
• Se lo hemos dicho a otras personas, por ejemplo los abuelos, amigos… y nos deja mal, nos sentimos incómodos, porque muchas veces nos traen un regalo del otro sexo, por eso está el hermoso color amarillo que siempre queda bien.