La alimentación durante los primeros años de vida tiene un efecto profundo en la salud de tus hijos, ya que está comprobado que influye en su capacidad de aprender, comunicarse, pensar analíticamente, socializar y adaptarse a los cambios.
Cuando tu bebé comienza a incorporar alimentos aparte de la leche, es impotiante contar con una buena variedad de carnes, verduras, frutas, hortalizas y lácteos, que aportan hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y mucha agua, sobre todo en los meses más calurosos,
En esta etapa, el agua es vital para la nutriclón de tu bebé porque facilita el flujo de los nutrientes que su cuerpo necesita para crecer y desarrollarse, Hay que asegurarse de que esté, sobre todo, bien hidratado, A edad temprana, elegir un agua pura y natural que contenga minerales esenciales, es clave para mantener al bebé.
Tu hijo necesita tomar abundante cantidad de agua durante todo e día, especialmente en épocas de calor y de altas temperaturas, ya que, a través de la transpiración, aumenta la pérdida de líquidos. Se debe prestar atención si al bebé le cuesta despertarse y se niega a comer o come en menor cantldad,
éstos pueden ser algunos síntomas de deshidratación,
Hay que tener en cuenta cuando tiene fiebre, puesto que su organismo pierde gran cantidad de agua debido a la transpiración por a temperatura alta de su cuerpo. En estos casos, debe dársele el agua que necesite para reponer la que pierde. Si el niño tiene tos, también hay que ofrecerle agua para ayudarlo a fluidificarse las secreciones y prevenir una eventual deshidratación de su organismo a causa de la f iebre.