El aporte de proteínas es similar para las carnes rojas y blancas, y en cuanto al resto de los nutrientes, se registran muy sutiles:
• LAS CARNES ROJAS: Contienen hierro en mayor proporción que las de ave y de pescado. También aportan cobre, potasio, fósforos y zinc. Se clasifican en magras y grasa, según su contenido de lípidos, las magras tiene menos del 10% de materia grasa, como la de ternera, conejo y pollo. Las carnes grasa las que superan el 10%. Grupo en el que se incluye el cordero, el cerdo y el pato.
• EL POLLO: Tiene un alto contenido de vitamina B3, fósforos y ácido fólico, es bajo en colesterol (salvo la piel y los menudos), y tiene poca cantidad de grasa intramuscular, dado que la mayor parte se encuentra debajo de la piel y en un panículo adiposo que se localiza en el abdomen y que es muy fácil de remover. Es ideal para la dieta del bebé, porque resulta muy fácil de masticar y de digerir.
• LAS VÍSCERAS (hígado, sesos): Son una buena fuente de minerales y vitaminas, en especial vitamina A, C, B12 y ácido fólico, pero también de colesterol y grasa saturada.
• EL PESCADO: Es rico en proteínas, minerales, vitaminas y ácidos grasos omega 3, un tipo de ácido graso esencial, necesario para el desarrollo del sistema nervioso, del cerebro y de la vista.