Vivir un parto natural en la bañera de casa, en una piscina pequeña habilitada o en un centro especializado en partos en el agua es una opción cada vez más considerada por las futuras mamás. En la actualidad, el parto en el agua se ha extendido y popularizado como una opción natural utilizada por mujeres de medio mundo, con más ventajas que inconvenientes, si el embarazo discurre con normalidad.
¿CUÁLES SON SUS VENTAJAS PARA LA MAMÁ?
• El contacto con el agua caliente a unos 37° C distiende la musculatura: Da lugar a una respiración más tranquila; induce ondas alfa cerebrales que procuran calma y bienestar, hace que se reduzca la fuerza de la gravedad, facilitando la flexibilidad y la libertad de movimientos de la madre y reduce la producción de adrenalina, favoreciendo la dilatación.
• El agua cálida es un anestésico natural: Esta circunstancia hace el parto un acto menos doloroso, lo cual contribuye a que la madre se sienta más segura a la hora de parir de forma natural, sin epidural.
• El agua puede acelerar las contracciones: Cuando son muy lentas, estimulando la cerviz, para que se dilate. Esto resulta especialmente eficaz para facilitar la transición a las contracciones activas.
• El agua templada ablanda los tejidos: Esenciales para el nacimiento (vagina, periné y vulva). A este hecho se atribuye el bajo índice de rasgados vaginales y traumas del tejido durante este tipo de partos.
• El parto en el agua permite a la madre parir a su ritmo: Vivir el nacimiento de su hijo como un acto íntimo, tener la libertad de movimientos. La futura mamá puede realizar el trabajo de parto en el agua y hacer el expulsivo dentro o fuera, como se encuentre más cómoda.