Algunos pequeños tardan un poco en apoyar toda la planta del pie en el piso. Es habitual que lo hagan hasta los 18 meses, pero si continúan caminando así más allá de los dos años, podría tratarse de alguna anomalía muscular o nerviosa. Puede ser que el tendón de Aquiles (que une el talón con los músculos de la rodilla) sea más corto de lo normal o esté contraído, lo que obliga a elevar el talón y a caminar en puntas de pie.
Si este es el problema, puede resolverse con una cirugía. También podría tratarse de una malformación conocida con el nombre de pie equino congénito. En este caso, el niño necesitaría un tratamiento específico. De todas formas, a no desesperarse, sólo el pediatra diagnosticará adecuadamente y no tiene por qué tratarse de un defecto congénito necesariamente. Muchas veces son pequeñas manías que suelen adoptar nuestros hijos.