A veces, los niños que han cumplido el año de edad dicen que les falta apetito y empiezan a comer mal. Es una actitud que preocupa mucho y que produce angustia, porque lleva a pensar que el niño va a quedarse desnutrido y falto de defensas.
Lo ideal para combatir esta carencia de apetito es:
• Establecer unos horarios de comida para educar su estómago.
• No permitir que pique ni tome alimentos en las horas próximas a las comidas principales que puedan condicionar su apetito.
• No utilizar la televisión como reclamo para entretenerlo. Al final, terminará restándole apetito.
• No lo regañes ni le chilles si no come, porque limitará sus ganas de cambiar.
• Establece la hora de la comida como un momento de encuentro y de conservación con la familia, no como un reto.
• Si desea comer solo, déjalo, aunque se ensucie mucho, porque es una de las principales causas por las que los niños dejan de comer y establecer rivalidad con quién los alimenta.