Todos los padres se solidarizan ante la tarea frustrante de dar de comer a los niños. Los padres al principio desconocen qué prefieren comer sus hijos, además, debemos tener cuidado que los alimentos se encuentren en buen estado. Si le preguntamos a nuestros hijos, siempre querrán comida caprichosa y nosotros, debemos alimentarnos con una dieta sana y equilibrada, aunque alguna vez que otra les demos lo que más les gusta.
Los procesos de aprendizajes ayudan a superar estas fases y a adaptarse a la cultura alimentaria del contexto donde viven. La mayoría de los niños reaccionan de forma escéptica cuando se les da un alimento nuevo, o por qué algunos prefieren comer lo mismo. Debemos estimular a los niños a que prueben alimentos saludables con insistencia, amenazas y o presiones ofreciendo más comida, o más tipos de comida (comer a la carta) es totalmente ineficaz.
Consejos para que tu hijo coma:
- Ofrecer el nuevo alimento entre ocho y diez veces al día en días consecutivos. Al final, cederá y lo probará.
- Que el niño coma acompañado de otra persona que le de ejemplo, mejor otro niño mayor (hermano, primo…)
- No darles refrescos que lo único que harán será llenar su tripa y no dejarle hueco para la comida.
- Proponed experiencias olfativas y táctiles antes de introducir el nuevo alimento. Es decir, crear un ambiente favorable para comer sin tensiones ni gritos.
- Limitar las comidas entre horas.
- Preparad un menú de recetas para niños con platos decorados de manera divertida.
- No le obligues a comer en exceso.
- Recordad que los niños a partir de los 15 meses come menos. A partir de esta edad, los pequeños necesitan comer exclusivamente para crecer, para engordar y para almacenar la energía necesaria que consumen en sus actividades diarias.