Continuamos con la segunda parte de este tema, por el que pasan todas las parejas a la hora de ser padres. Ayer empezamos a hablar sobre los sentimientos que esperimienta la pareja en la dulce espera. Es poco común encontrar una mujer o pareja que no experimente toda una serie de dudas, y también de alegrías.
Los sentimientos que la mujer tenga dependerán en parte de las circunstancias del embarazo, ¿lo deseaba?, ¿tiene problemas de salud? Esto obedece al hecho inevitable de que todo el mundo tiene un montón de ideas preconcebidas acerca de lo que es tener un hijo
Se puede decir que se está preparando para reproducirse desde la infancia, y si no recordemos los gustos de los más pequeños: jugar a las mamás y los papás.Todos los niños pequeños en general, también demuestran gran interés por los embarazos de sus madres y por los bebes. Después, a lo largo de la adolescencia y la juventud, a la mayoría de la gente le asalta de vez en cuando la preocupación de la posibilidad de tener un hijo.
Consciente o inconscientemente, toda persona alberga sus ideas sobre lo que es ser buenos y malos padres y madres y sobre la capacidad para desempeñar esas importantes funciones. En pocas palabras, tener un hijo conlleva a una idea de optimismo y de esperanza.