Los accidentes domésticos en el hogar son muy frecuentes, especialmente en los niños menores de 5 años y, sobre todo, los comprendidos entre 1 y 3 años de edad. Es importante destacar que, por orden de frecuencia, los más frencuentes son las caídas o golpes.
Entonces, después de un golpe en las extremidades (ya sean superiores o inferiores) se debe consultar al médico si:
– Existe hinchazón o hematomas que dificulten el desplazamiento y no mejoran pasados unos minutos.
– Existe imposibilidad para movilizar la zona afectada.
Y, después de un golpe en la cabeza, se debe consultar al médico si aparecen:
– Frecuentes dolores de cabeza, nerviosismo o llanto intenso y persistente.
– Vómitos contínuos varias horas después de la caída o del golpe.
– Brotes de sangre o de un líquido claro por los orificios nasales o por los oídos.
– Signos evidentes de desorientación, confusión, desajustes en la memoria (tales como no reconocer a los familiares más próximos o no saber dónde está).
– Variaciones en el equilibrio, en la forma de hablar o de andar, en la visión,…
– Movimientos extraños, signos de inmovilidad permanente o de carencia de fuerza en las manos y/o en las piernas.