Sin duda es algo que no se le ocurre muy ha menudo a los papás.Pero para los niños, el teatro es una de las mejores formas de superar la timidez. Con él, el niño consigue una mayor autoestima y aprende a convivir en grupo, a conocer y controlar sus emociones y a desenvolverse frente al público.
Los que tengan dificultades para entablar vínculos, con esta actividad recreativa, lograrán sociabilizar y comunicarse sin problemas. Además, ayuda a que se sientan más seguro, estimula su memoria, su creatividad y su imaginación y genera mejor control sobre el cuerpo.
Es así que hacer teatro no sólo es bueno como terapia para los chicos introvertidos, sino que es recomendable en general para los niños al beneficiar su salud mental y física. Pero, a recordar, nunca se debe ejercer presión sobre un niño que sea tímido para que se hable con alguien o haga cosas con las que no se siente cómodo. Lo mejor es ayudarlo paso a paso para que él mismo se valore como persona y tenga confianza para relacionarse con los demás sin temores o vergüenza.