Es una buena opción para ir de vacaciones con niños. El contacto con la naturaleza y el clima más templado son ideales. Aunque, a veces, los cambios de altitud pueden repercutir en su estado físico. Vigílalo si muestra signos de cansancio e insomnio. Puede que padezca el «mal de montaña» debido a la altitud. Los síntomas suelen desaparecer a las 48 horas.
La protección solar en la montaña es también fundamental, pues aunque no lo parezca los rayos son mucho más fuertes. Tu hijo debe llevar gorra (mejor de lino o tejido perforado para que transpire) y debes ponerle crema con un factor elevado en las zonas del cuerpo que lleva al aire: brazos, cara y piernas. En las montañas son más comunes las picaduras de insectos. Ante de partir consulta con tu pediatra que crema puedes ponerle en el caso de que le ocurriera.
Elementos que debes tener en la mochila:
- Un chubasquero con capucha
- Ropa de recambio, pantalones largos y un forro polar o jersey por si bajan las temperaturas.
- Pañales de recambio si aún utiliza.
- Toallitas limpiadoras.
- Un termo con agua.
- Un zumo de fruta en brick, alguna pieza de fruta, galletas o rosquillas.
- Crema solar.
- La crema que te haya recomendado el médico en el caso de prurito por picaduras de insectos.
Es importante tener presente: La montaña es inadecuada para niños que tienen problemas cardíacos o insuficiencia respiratoria. Pero para los asmáticos resulta aconsejable pues el aire por encima de los 1.500 metros es mucho más puro.
