Continuamos analizando los aspectos que actuan en: ¿A quién se parece tu bebé? (parte dos)
2. GENES DOMINANTES Y RECESIVOS
• Todos tenemos en nuestro código genético una suerte de teclas que codifican distintos datos, que pueden ser dominantes o recesivos.
• Los dominantes son los que someten al otro no dándole lugar para que se exprese y los recesivos son los que se dejan someter, ya que para expresarse necesitan un compañero de iguales características. De otro modo quedan escondidos hasta que, en alguna generación pueda encontrar su par y aparecer.
Para que quede más claro, tomemos estos ejemplos:
EL COLOR DE LOS OJOS:
• El bebé recibe de su papá un código para que sean azules, y de la mamá un código para que sean marrones, estos dos datos están en el mismo cromosoma, pero como el color marrón es el dominante y el azul el recesivo, ese bebé tendrá ojos marrones, porque es el que se manifestó desplazando al otro. Pero la información del color azul no desaparece.
• Si este niño se casa con una persona que posee sus mismos códigos (marrón + azul) es tan probable que tenga hijos de ojos marrones como de ojos azules según interactúen sus cromosomas. Por esta razón, muchas veces las parejas de morochos tienen hijos rubios, todo está «guardado» en los genes.
• En el caso de una persona rubia que procrea con otra de iguales características, solo puede tener hijos rubios, ya que en la información genética de ambos no existe el color marrón.
• Este ejemplo se aplica a todas las características que hacen al ser humano.