Los niños de dos a cinco años de edad se caracterizan por un fuerte egocentrismo. Parece que todo gira en torno a ellos. A la hora de compartir sus juguetes la situación se hace más presente sí cabe. Se les ha dado todos los deseos y sus caprichos han determinado su carácter egoísta.
Sería bueno que:
- Ante la tandencia negativa de prestar sus cosas podemos hacerles ver que si no comparte lo suyo él no podrá jugar con los de los demás.
- No cumplas todos sus deseos, explícale que hay muchas veces que se debe decir «no» a apetencias y caprichos.
- Intenta cambiar su sentido de la propiedad reforzando su voluntad y enseñándole a pedir y a dar permiso para usar sus cosas.
- Enséñale a cambiar el «esto es mío» por frases más constructivas como «¿me lo prestas?», no es fácil, hay que tener mucha paciencia.