Los bebés pueden viajar en cualquier medio de transporte. Sólo hay que tener en cuanta una serie de detalles.
CONSEJOS:
• Aunque el chiquito necesitará muchos extras, es prudente limitar al máximo los bultos, sobre todo si viaja sólo con un adulto.
• La mochila portabebés, delantera o trasera, suele ser la mejor opción para trasladarlo: dejar las manos libres para cargar valijas. Agarrarse a las barandas, buscar los pasajes….
• Es fundamental llevar comida de sobra, por si el viaje se alarga más de lo esperado, y una mantita para tapar al bebé.
VIAJAR EN BARCO:
• Los chicos de entre 2 y 12 años son proclives a sufrir mareos. Por eso, es recomendable que se sienten en la parte central del barco, la más estable.
• Si son más grandecitos, es conveniente que no lean durante el viaje y, cuando empiecen a sentirse mareados, que miren al horizonte.
• El chico no puede estar solo en la cubierta del barco: siempre debe estar acompañado por un adulto.
• En largas travesías, las naves disponen de guardería, cunas en los camarotes, aseos para el cambio de pañal….
VIAJAR EN MICRO (TRAYECTOS LARGOS):
• En espacio que hay en un micro es escaso, por lo que no debemos cargar demasiado el bolso de mano.
• Los asientos de la parte delantera son los más indicados para los chicos propensos al mareo, aunque no se recomienda la primera fila por si se sufre un frenazo brusco.
• Hay que tratar de que los pequeños no se muevan demasiado ni giren la cabeza constantemente. Si queremos entretenerlos, podemos jugar al veo-veo, a las adivinanzas o a cualquier juego que no requiera fijar la atención sobre un objeto.
• Debemos aprovechar las paradas para caminar, cambiar al bebé o darle la comida. En trayectos largos se harán paradas de, al menos, 45 minutos cada cuatro horas y media.