Antes de llegar a los dos meses de embarazo comienzan a aparecer las contracciones de Braxton Hicks, indoloras y prácticamente imperceptibles. Descubre todos los detalles para saber cómo puedes detectarlas y qué hacer si las notas.
Las contracciones de Braxton Hicks son muy habituales durante el embarazo, tanto que comienzan en la sexta semana, más o menos, aunque es probable que tú no las sientas hasta que hayas pasado ya la mitad de los meses de gestación. De hecho, hay muchas mujeres que nunca llegan a sentirlas, así fue en mi caso, ya que son tan pequeñas y esporádicas que no es fácil darse cuenta.
Según van pasando las semanas, estas contracciones aparecen con mayor frecuencia, pero si las notas no será hasta el último mes. Son irregulares y apenas generan dolor, así que es muy difícil que te des cuenta de que las estás teniendo, ya que puedes relacionar ese dolor con una ligera molestia.
¿Son señal de que llega el parto?
Es importante que sepas que las contracciones de Braxton Hicks no son síntoma de que ya llegue el momento de dar a luz, por lo que no debes preocuparte. De todas formas, para asegurarte, llama a tu médico si notas más de 4 contracciones en una hora, especialmente antes de la semana 37 ya que puede haber riesgo de parto prematuro. En esto sí que es necesario que estés muy pendiente ya que es muy importante actuar cuanto antes si tu bebé se va a presentar con antelación.
Cuando te falten tan solo un par de semanas para salir de cuentas, estas contracciones se harán más frecuentes e intensas, y pueden llegar a ser bastante molestas. En esta fase pueden hacer que el cuelo del útero se vaya ablandando y afinando, provocando incluso algo de dilatación. Esto es algo normal y se denomina «preparto». Tu cuerpo ya se está preparando para ayudar a tu bebé a salir.
¿Cómo se diferencian de las otras contracciones?
Como es lógico, en las últimas semanas del embarazo puedes llegar a tener dudas sobre si lo que sientes son las contracciones de Braxton Hicks o las contracciones que indican que tu bebé está diciéndote que quiere salir. La diferencia entre ambas es muy clara, así que las identificarás fácilmente: las normales van aumentando su intensidad, duración y frecuencia, mientras que las de Braxton Hicks se mantienen siempre igual, nunca las notarás seguidas, cada vez más cerca unas de las otras.
¿Qué hago si me molestan mucho?
Aunque, tal y como comenté al principio, la mayoría de las mujeres no sentimos las contracciones de Braxton Hicks, es posible que hacia el final del embarazo te puedan llegar a resultar muy molestas si las percibes. Con estos truquitos conseguirás sentirte mejor:
- Cambia de posición o deja de hacer lo que estás haciendo para iniciar otra actividad. Si estás en casa, sal a caminar un rato, te sentirás mejor, o bien si estás haciendo cosas bastará con que te sientes a descansar. Cambiar lo que haces en ese momento es la clave para evitar las molestias.
- Date una buena ducha caliente para relajarte. Hazlo en un momento en el que puedas estar tranquila, sin tener que estar pendiente de hacer cualquier otra cosa, así será mucho más eficaz.
- Beber un par de vasos de agua es un buen remedio, ya que estas contracciones en ocasiones se producen por deshidratación.
- Realiza ejercicios de relajación para sentirte mejor, o bien prueba a respirar de manera profunda y lenta.
¿Debo llamar a mi médico?
Además de llamar a tu médico si son muy frecuentes y estás antes de la semana 37, tal y como comenté más arriba, debes llamarlo o acudir a su consulta si también notas:
- Dolor abdominal
- Pérdidas de sangre o hemorragia vaginal
- Aumento o cambio en el tipo del flujo vaginal
- Aumento de presión en la pelvis
- Pérdida de líquido amniótico
- Sangrado de cualquier tipo en la zona vaginal
Por otro lado, si ya has pasado la semana 37 no hay riesgo de parto prematuro, por lo que no es necesario que vayas a ver a un especialista a no ser que las contracciones tengan una duración de al menos 60 segundos y una frecuencia de 5 minutos o menos de diferencia entre cada una de ellas.
Es importante que te quede claro que no debes alarmarte con las contracciones de Braxton Hicks, y además es probable que no las notes. De todas formas, y como siempre digo, cualquier duda que tengas puedes llamar a tu médico y preguntarle. Que no te dé reparo que piense que eres una embarazada neurótica que se preocupa por todo, tu embarazo es lo más importante del mundo y no merece la pena correr ningún riesgo por no aguantar el discurso de un médico agobiado con tanta embarazada hormonada.