La episiotomía es la incisión que se realiza en el periné para aumentar el canal del parto e intentar evitar desgarros en el momento del nacimiento del bebé. Se tiene que cuidar como cualquier herida quirúrgica, pero con algunas particularidades.
– Hay que mantener siempre seca la zona de la cicatriz, dado que se encuentra en un área que suele estar húmeda por el flujo sanguíneo y seroso que se produce en el posparto.
– Hay que cambiar con frecuencia las compresas, sobre todos en los primeros días. En la medida de lo posible se deben usar tocológicas de algodón, sin plástico, para facilitar que la piel de la zona transpire.
– La zona se debe lavar con agua y una solución jabonosa una vez al día al ducharse. En las 4-5 primeras semanas no se aconseja que la madre le sumerja en un baño. Tras orinar o defecar sólo se usará agua templada.
– Es importante que al secar la zona de la cicatriz se haga una presión leve con la toalla, en lugar de restregar, porque esta maniobra puede separar los bordes de la piel.
Con la episiotomía se suelen notar molestias al sentarse, sobre todo en los primeros días. Se puede utilizar un cojín o un flotador, pero poco inflado, porque puede abrir la cicatriz. Si la madre nota en los puntos molestias, zonas enrojecidas, o tiene fiebre debe acudir a su ginecólogo.