1.- No tirar los juguetes usados. Los puedes donar, será una buena opción.
2.- Rechazar la adquisición de juguetes con marcado contenido violento, sexista o xenófobo.
3.- Muchos juguetes ya contienen etiquetas que certifican su fabricación con materiales no contaminantes.
4.- Todo juguete debe llevar la marca CE, que indica la conformidad con normas europeas de seguridad.
5.- Reduce, en la medida de lo posible, la utilización de pilas y baterías. Si no queda más remedio, opta por las recargables que no contengan cadmio.
6.- Una mascota animal no es un juguete. Es un ser vivo que exige una serie de responsabilidades.