El otro día estuvimos hablando sobre ciertos aspectos sobre el calzado de tu bebé y algunas recomendaciones. Hoy te detallaremos algunas características a tener en cuenta en el momento de elegir el calzado más adecuado.
• Los zapatos deben tener una suela flexible mientras el niño camina para ofrecer mayor comodidad y libertad al caminar.
• Deben ser livianos para disminuir el gasto energético.
• Es preferible que los materiales sean naturales, ya sea tela o cuero, ya que son más blandos y porosos, permitiendo la evaporación de la humedad y la transpiración.
Los sintéticos provocan una mayor transpiración, que puede llevar, incluso, en algunos niños, a la dermatitis de contacto (alergia). Es aconsejable postergar y limitar el uso de las botas de goma para lluvia pues favorecen y concentra la transpiración.
• La adherencno debe ser ia de la suela será moderada, el niño no debe resbalarse ni tener tanta fricción que se “pare”.
• La forma debe ser simple: lo ideal es que los zapatos sean anchos y de punta redondeada o cuadrangular para adaptarse a la forma del pie con abundante espacio para los dedos. El zapato debe ser plano, una superficie convexa provocará inestabilidad lateral y un talón elevado puede forzar el arco del pie.
• Hay que tratar de evitar el empleo de zapatos usados por otro niño, a menos que estén muy nuevos y mantengan su forma original.
• El talle ni muy grande, pues el niño se puede tropezar, ni muy justo, porque puede lastimar el pie y obstaculizar su adecuada formación y crecimiento.