Hay madres y madres…., las hay de muchos tipos, pero cada una tiene su estilo propio:
- Las madres expertas... todo lo saben:
Nosotras aún luchamos cada mañana para levantarnos, cada noche para acostarnos, nos sentimos desorientadas y hace meses que no nos depilamos. Pero ella lo lleva todo con tanta facilidad… ¡Parece incluso sencillo! Un día le preguntamos cómo lo hace y abrimos una puerta que a lo mejor hubiéramos preferido dejar cerrada. Descubrimos que tiene respuesta para todo y que nos da consejos constantemente, tanto si se los pedimos como si no. Se siente legitimada para evaluar nuestra forma de hacer las cosas y empieza a no caernos tan bien. Su «saber hacer» todo tan bien nos abruma, nos sentimos infelices e inferiores a su lado.
Cómo tratar con ella:
El tono de sus comentarios («¡¿Todavía no dicidiste a qué guardería lo vas a llevar?!») puede llevar implícito un juicio. En lugar de convertirnos en sus víctimas, hablemos abiertamente. «Agradezco tu interés. Aún estoy evaluando las que conozco y en estos momentos tus opiniones no me ayudan». Terminemos con una frase con la que ambas podamos estar de acuerdo: «No siempre es fácil tomar decisiones, ¿verdad?». Tomemos las riendas de nuestro espacio y no la dejemos invadirlo. Si le ponemos límites, los respetará.
- La madre sobreprotectora…cuidado ahí viene
Un grito suele anunciar su llegada. Un grito a su hijo, claro, no a nosotras. denunciando un peligro cercano. No habla con el resto de las madres porque está siempre al pie de la hamaca. lista para evitar cualquier desastre. Imagina lo peor, recopila las más escalofriantes historias de la televisión y es complicado hablar con ella si su hijo está cerca, porque toda su atención está en él. Nos desesperan. Y no nos cuesta trabajo solidarizarnos con ese pequeño cuya banda sonora es tan estridente.
Cómo tratar con ella:
Si no queremos tener relación con esta madre, a ella no le va a importar demasiado: su atención está en otra parte. Pero si la relación nos interesa, es importante ver que se trata de una madre gobernada por el miedo. Necesita comprensión, más que rechazo o crítica. Sus reacciones pueden ser desproporcionadas, pero lo cierto es que lo está pasando mal. Normalmente, detrás de estas madres hay una historia personal de pérdidas, unos padres a su vez muy protectores o una falsa idea de lo que es ser una buena madre.