Continuamos enumerándote, diferentes hábitos saludables que es bueno que le vayas inculcando a tu pequeño desde chiquito:
LAS MANOS BIEN LIMPIAS:
Una de las mejores formas de prevenir el contagio de enfermedades es lavándonos las manos. De esta manera se eliminan los gérmenes. Usar agua y jabón es suficiente para una correcta higiene. Hay que enseñar a los niños que deben lavarse las manos antes y después de las comidas, al llegar a casa, después de jugar en el parque o haber tocado animales. Es importante que los pequeños aprendan a usar jabón y que se sequen las manos de forma correcta con una toalla.
DISFRUTAR DEL BAÑO:
La hora del baño es un momento agradable para los bebés. Aunque no es necesario, muchos padres bañan a diario sus bebés poco antes de ponerlos a dormir por su efecto relajante. Cuando los niños, crecen, van a la guardería o al colegio, el baño diario se convierte en imprescindible. Bañarse con juguetes o con los hermanos o padres convierte este momento en un juego. Los niños pequeños necesitan ayuda para lavarse el pelo y el cuerpo correctamente. Es conveniente ayudarlos, pero también debes animarlos a que aprendan a asearse solos.
UNOS MINUTOS PARA EL AFECTO:
Es tan bueno que entre la cena y la hora de acostar a los niños debe haber otro momento, muy importante que es el de la comunicación, o afectividad. Dónde el papá o la mamá se sientan con el niño y dediquen 15 o 20 minutos a hablar en el niño, o cantarle una canción o explicarle un cuento es una excelente forma de trasmitir afecto a un pequeño.