Problemas visuales en los niños:Ojo vago, ambliopía

ojovago

Es muy importante diagnosticar este problema de la vista en los dos primeros años de vida del niño, porque, pasado un tiempo, la pérdida de visión no se puede recuperara

En qué consiste: El ojo vago comienza cuando un ojo (o los dos) pierden un grado notable de visión. Puede estar causado por un problema de vista (miopía, hipermetropía o astigmatismo), por estrabismo o muy excepcio­nalmente por otras razones, como una catara­ta. Sin embargo, el auténtico problema de ojo vago se genera porque el cerebro, al recibir dos imágenes diferentes, la de un ojo y la de otro, termina ignorando la imagen que ve mal.

Poco a poco, las vías que llevan informa­ción del ojo al cerebro dejan de funcionar por falta de uso, y el pequeño termina dependiendo de un solo ojo para ver. Detectarlo pronto es importante, porque hasta los tres años de edad se puede reeducar al cerebro para que vuelva a ver por ese ojo. Pasada una edad (en torno a los cinco  o seis años), mejorar la visión de un ojo vago es muy difícil.

Cómo detectarlo: Debemos prestar atención si el niño es prematuro o existen en la familia antecedentes de ojo vago, problemas de reti­na, miopías, hipermetropías o astigmatismos altos. Los signos de alarma pueden ser:

  • El chico tuerce un ojo en ciertas ocasiones o cierra uno de los dos para enfocar.
  • Tiene dolores de cabeza o tortícolis.
  • Inclina la cabeza a un lado para mirar las cosas.
  • Hace guiños, se frota los ojos con frecuencia.
  • Ya de más grandecito omite palabras al leer o confunde las letras pequeñas.

El tratamiento consiste en usar anteojos y par­ches (son mejores los que van sobre la cara que los que se ponen en los cristales). Aunque para el niño es molesto porque lo forzamos a mirar por el ojo por el que no ve bien, es primordial seguir al pie de la letra las recomendaciones (en tiempo y modo) del oftalmólogo: se trata de una inversión preciosa en la vista de nuestros hijos.

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