La noticia del embarazo desestructura esa rutina y unión lograda con la pareja. Por mas que se haya deseado, la idea de ser padres traerá una mezcla de temor, felicidad, esperanza y optimismo. Los nueve meses que dura el embarazo servirán para ir decantando todas las fantasías de cómo será el niño y nuestro comportamiento al convertirnos en padres.
Con cualquier embarazo la pareja experimenta una mezcla de sufrimiento y placer. La etapa de la gestación le dan tiempo a la mujer y a su pareja de acostumbrarse gradualmente a la idea de que va a nacer un niño y el feto también se prepara para vivir en el mundo exterior. No sólo se desarrolla en lo físico sino también en todos los aspectos mentales y emocionales.
En las últimas semanas del embarazo, el feto es capaz de darse cuenta de lo que pasa fuera del vientre de su madre, una prueba de esto es que el recién nacido escucha la voz de la madre, la del padre o de cualquier otro miembro de la familia y se da vuelta al oír la voz de su madre.
Para la mamá, la experiencia física del embarazo es siempre diferente. En uno el feto puede ser pequeño, moverse mucho y la mujer sentirse ligera hasta el final. En otro, el bebé puede tener un tamaño apenas mayor y la mujer sentirse como si estuviera cargando un peso enorme. Hay embarazos en los que las náuseas matutinas son un tormento en otros ni aparecen.