El embarazo para la mujer es un estado natural, y como tal debería permitirle realizar actividad normal. Con la debida autorización ginecológica y la verificación de que el embarazo esté cursando por buen camino, la actividad física es ampliamente recomendada.
A medida que el embarazo va progresando nuestro propio cuerpo nos va dando las posibilidades y limitaciones, hay que estar atenta a estos “avisos”, hacer escucha de nuestro organismo en forma conciente, para disfrutar de nuestro embarazo hasta el último momento.
Las gimnasias suaves, localizadas, pilates, yoga, higiene de columna, musculación, natación e hidrogimnasia (sin saltos); son algunas de las actividades que se pueden realizar, pero recuerde que lo más importante es el COMO se realice la actividad, y que esté controlada.
Con respecto a la piscina, se puede ingresar siempre y cunado no aparezcan problemas de alergias o con el tapón mucoso, especialmente al final del embarazo, así como los estilos de nado, es recomendado el de espaldas ya que el vientre tiene dimensiones importantes.
