Si es leche congelada, lo más práctico es sacar la leche del congelar la noche anterior y dejarla en el frigorífico. Si debes descongelarla inmediatamente, coloca el recipiente cerrado bajo un grifo de agua caliente hasta que la leche esté a temperatura ambiente.
Otra opción es poner directamente el recipiente dentro de otro, con agua que no esté demasiado caliente. Una vez descongelada, se puede calentar al baño María o directamente bajo el agua del grifo.
Debes saber que la leche almacenada pierde homogeneidad y se sedimenta en capas:
• Una precipitada en el fondo.
• Una fase gruesa acuosa opalescente en medio.
• Una película de grasa en la parte superior.
Hay que agitar el recipiente suavemente para mezclarla y devolver a la leche su apariencia original.
No hiervas la leche materna, ni uses microondas para descongelar la leche almacenada, para evitar que se pierdan ciertas propiedades de la leche.