Sin duda es un tema que preocupa mucho a los padres hoy en día, puesto que una buena comunicación con nuestro hijo viene determinada no sólo por lo que le decimos sino por cómo se lo decimos, cuando se lo decimos, porque se lo decimos,… Este punto será clave en su desarrollo, en sus relaciones sociales y en sus experiencias familiares.
• Utiliza la sonrisa y los gestos para acompañar a tus palabras, llamarán poderosamente su atención.
• Incúlcale buenas palabras y frases que no hagan daño, aunque se expresen en momentos de tensión.
• No lo amenaces a menos que sea necesario. Una comunicación pobre en sentimientos impide unas relaciones sanas.
• Para comunicarse no hace falta la violencia verbal. Tenlo siempre presente.
• Trata de tener tolerancia y paciencia, quizá logres más por las buenas que por las malas, te escuchará con más atención y prestara más atención a lo que le dices.
• A pesar de su corta edad, trata de ponerse en su lugar y recuerda que por más pequeño o sencillo que sea el problema o la situación para ellos es un mundo.
• Ten presente que la forma en como dialogues con él, le podrá condicionar ciertas actitudes o relaciones en el futuro.
• No te olvides que los niños tienden a imitar lo que ven y hablar de la misma forma que las personas que ellos aman.