Los gestos, al igual que las palabras, forman parte de la comunicación humana, pero son los elementos no verbales los que forjan el diálogo con los recién nacidos cuando todavía no han desarrollado su capacidad para hablar.
Una técnica basada en el masaje y el yoga, puede servir a los padres para fortalecer esa comunicación, así como consolidar vínculos afectivos, de respeto y de conocimiento mutuo. La estimulación desde el centro del cuerpo a las extremidades es la más delicada. El masaje infantil es una antigua tradición oriental practicada especialmente en India, dónde se transmite de generación a generación.
En la década de los años 70 se fundó se fundó la Asociación del Masaje Infantil en Estados Unidos, que es internacional desde 1986 y en ésta organización sin ánimo de lucro participan 30 países. El objetivo de la asociación es promover la nutrición afectiva a través del masaje, la comunicación entre padres e hijos y las relaciones de respeto y confianza mutuas.
Es una forma de estructurar las caricias hasta que se automatizan los movimientos y el recorrido y así se alcanza una comunicación muy intima con el pequeño. En España se conoce como la Asociación Española de Masaje Infantil (AEMI).