El principal constituyente de las papillas de cereales es el almidón, que se caracteriza por ser insoluble en agua. Aunque en el proceso de elaboración de las papillas de cereales tiene lugar la etapa de «instantaneización» para facilitar la solubilidad de los cereales, conviene adoptar una serie de precauciones en el momento de la preparación de la papilla para que no se formen grumos.
En primer lugar hay que señalar que conviene preparar las papillas de cereales con la leche que habitualmente está tomando el bebé. Si se trata de una leche infantil, hay que preparar previamente el biberón de la forma habitual y luego verter el contenido en un plato.
En segundo lugar, añadir la cantidad indicada de papilla en polvo removiendo con un tenedor a medida que se va añadiendo. Para evitar la formación de grumos es muy importante que la papilla en polvo se añada poco a poco y que al mismo tiempo se remueva con un tenedor como si se batiese un huevo. De esta forma, las partículas de papilla en polvo se incorporarán mejor a la leche líquida y se evitará que se apelmacen y se formen grumos.