Tener un bebé no es nada fácil para nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo cambia durante la gestación y se prepara para dar a luz a un bebé de varios kilos. Como es normal, durante estos nueve meses, engordamos. Esos kilos son difíciles de quitar si no te lo propones y te implicas. Es, tras el parto, cuando el cuerpo de la mujer experimenta una de sus mayores fases de desgaste. El cansancio se apodera de la madre que no puede descansar varias horas seguidas. Unido a eso, lo menos que nos apetece es ponernos a hacer deporte para recuperar la figura.
Durante las seis semanas que siguen al parto es desaconsejable, de hecho, hacer dieta y practicar deporte. Lo primero que suele preocuparnos es recuperar la tersura y tono de nuestro abdomen, pero hay que ir poco a poco. Nuestro cuerpo ha sufrido muchas trasformaciones y antes de ponernos a trabajar la musculatura de nuestra tripa conviene recuperar los músculos que más perjudicados han quedado tras el parto. Dar el pecho ayuda a recuperar el peso con mayor facilidad, dado que la mujer utiliza los depósitos de grasa acumulados durante el embarazo para producir leche. Junto a unos hábitos alimenticios saludables, la ingesta de líquidos y mantenernos activas (caminando) a diario es lo mejor que podemos hacer.
Deberás comenzar poco a poco. Primero, el deporte debe ser ligero. Más bien te centrarás de andar un ratito y conforme pasen los meses puedes apuntarte a algún deporte como el aerobic o la natación. Unido a todo esto se debe utilizar una buena crema antiestrías al menos durante las dos semanas después del parto, y sustituirla por una crema reafirmante, que ayude a corregir la flacidez y restaurar la firmeza de los tejidos.