Llegó el momento de conocer a tu bebé, falta poquito, así que veamos como tenemos que pujar. Cuando comienza cada contracción, realizar una respiración completa o profunda, a fin de oxigenarse bien y prepararse para el esfuerzo. Hay dos tipos de pujos que se aprenden en los cursos de preparación para la maternidad.
1. Pujo bloqueado:
Consiste en hacer una inspiración profunda, retener el aire en los pulmones (bloqueo), a la vez que se flexiona el tronco hacia el pubis y se contraen los abdominales para aumentar la presión del abdomen y favorecer la salida del bebé. Es el más usado porque es muy efectivo y rápido, aunque el suelo pélvico sufre un poco.
2. Pujo espiratorio:
Consiste en inspirar y espirar lentamente dejando salir el aire por la boca (a veces se produce un sonido como un quejido). El tronco en vez de flexionarse se estira para que no trabajen los músculos rectos abdominales. Está indicado lin los períodos expulsivos largos, ayuda a que las estructuras del suelo pélvico se adapten y se distiendan más despacio, con lo que se requiere realizar menos episiotomías.