Parece una obviedad, pero se ha demostrado que los niños se dejan convencer por la apariencia de los alimentos.
LA APARIENCIA DE LOS ALIMENTOS:
• Preséntale el pescado en brochetas o en papillotes. Incluso puedes dejarle que te ayude a prepararlo para que le resulte más atractivo. Cocínalo sólo unos minutos para que quede jugoso, ya que a los niños les desagrada la textura del pescado reseco.
• Corta la carne en láminas muy finitas para que le resulte más fácil de comer y no le haga “bola”.
• Decora su plato con un poco de salsa de tomate o cualquier otra salsa que tenga un color atractivo. Nada mejor que degustar una “obra de arte”.
FRUTAS EN EL MENÚ:
La mejor forma de que tu pequeño se acostumbre a tomar fruta es iniciarlo con purés y compotas. ¿Los mejores? Manzana, pera, albaricoque y plátano. Todos son muy dulces y les encanta su sabor:
• A partir de los seis meses: aproximadamente 100 gramos para todo el día, a repartir entre el desayuno y la merienda.
• A partir de los ocho meses: puedes pasar a 130 gramos.
• Alrededor del año: pueden comer casi de todo, pero los kiwis y las otras frutas exóticas suponen un riesgo de alergia. Lo mismo sucede con los frutos rojos. Lo mejor es evitarlos.