Las leches de continuación aportan las vitaminas y los nutrientes necesarios para un desarrollo y crecimiento ideal en los pequeños. Están adaptadas para la alimentación de los bebés a partir de los 6 meses. Aportan al organismo los siguientes elementos nutritivos:
–Proteínas: Las ingiere el bebé através de los alimentos, son necesarias para un desarrollo correcto de las células del cerebro y del sistema nervioso.
–Hierro: fundamental para la formación de los glóbulos rojos de la sangre.
–Calcio: imprescindible para el crecimiento de los huesos.
–Vitaminas: para fortalecer el organismo.
Además, hay algunas leches de continuación que también contienen bífidus naturales, como el Bifidobacterium lactis BL, que favorecen la digestión y protegen al bebé. Debido a sus especiales características, la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica recomienda que se administre, como mínimo, 1/2 litro diario de las leches de continuación hasta cumplir un año por lo menos, siendo adecuado prolongarlas hasta los 3 años, como base de un plan de alimentación equilibrado.
Asimismo, es conveniente que antes de la introducción de la leche de vaca, se le ofrezcan al bebé las leches de crecimiento, por estar más adaptadas que la leche de vaca a las necesidades de desarrollo y crecimiento del niño.